El Quetzal Azul

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Experiencia Profesional

 

underwriters laboratories

- Desarrollador de Contenido Digital

- Coordinador Principal de Proyectos de Divulgación

 

Pace Suburban bus

- Especialista en Comunicaciones
- Coordinador de Datos y Servicios Especiales

 

the nielsen company

- Programador
- Gerente de Oficina
- Especialista en Relaciones de Panel
- Asociado de Soporte de Marketing

 

avelar filmworks inc.

- Director Creativo
- Especialista en Producción de Video
- Productor | Escritor | Director | Editor | Actor

 
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Aunque no se encuentra en mi currículum, mi carrera profesional comenzó durante el verano después del octavo grado, cuando me contrataron como caddie en un club local. Durante la secundaria, pase los veranos trabajando en una piscina comunitaria, donde trabaje de salvavidas.

Mi carrera profesional oficial comenzó en septiembre de 2001, cuando tuve la suerte de unirme a The Nielsen Company (antes conocida como Nielsen Media Research) como programador. En más de 7 años de trabajo en la empresa, lo más destacado de mi tiempo con Nielsen fue la oportunidad de conocer y entrevistar al Sr. Arthur C. Nielsen Jr., quien sigue siendo una fuente de inspiración para mí.

En marzo del 2009, me uní al equipo de marketing de Pace Suburban Bus, una agencia de transporte público en los suburbios de Chicago, donde aprendí a apreciar el trabajo que realizan a quienes incansablemente dedican sus carreras al servicio público.

Después de más de 6 años de servicio, en enero de 2016, tuve la suerte de encontrar una oportunidad como Desarrollador de Contenido Digital en el equipo de educación y divulgación de Underwriters Laboratories, un entorno de trabajo que me ha permitido ampliar mis conocimientos, habilidades y talentos.

En mi impulso por alcanzar mi objetivo final, oficialmente lancé las producciones de Avelar FilmWorks en noviembre de 2010. Mientras la empresa estaba en pleno funcionamiento, la fuente principal de mi trabajo provenía de la industria de las bodas, por lo que aprendí el arte fino de la cinematografía de bodas. Trabajar con estos clientes también brindó un método para continuar con mi pasión de escribir y crear mis propias historias, y por esa empresa logre producir 30 historias de bodas, un video de un concierto de largometraje, un cortometraje, y una serie de 15 episodios.

Entonces, ¿qué sigue después? La búsqueda de mi objetivo solo cesará cuando finalmente haga lo que he trabajado para lograr desde que aprendí el poder de la palabra escrita. Sé a dónde quiero que me lleve mi camino, y también reconozco que el viaje para llegar allí es igualmente importante. Aunque sea el camino menos utilizado, nunca dejaré de luchar por mis sueños.

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Mi Historia... la versión larga

 
Esta es la leyenda: mi mamá. Mi fan número uno desde el primer día y la persona que me mostró cómo llegar a las estrellas.

Esta es la leyenda: mi mamá. Mi fan número uno desde el primer día y la persona que me mostró cómo llegar a las estrellas.

Int. - stone park, il - DIA

De lo que me recuerdo, siempre me ha gustado leer, ver y contar historias. Si no me equivoco, la primera historia que vi en vivo como obra de teatro fue una versión de El Conejo de Terciopelo, que ocurrió cuando tenía aproximadamente 7 años. No recuerdo mucho sobre la actuación, pero sí recuerdo lo mucho que disfruté de la experiencia. En hablar de trayectorias profesionales, nada me influyó más que la película Regreso al Futuro. Estaba absolutamente fascinado por la capacidad del DeLorean para viajar en el tiempo y lo bien que estaba estructurada la historia para conectar 1955 con 1985, y luego 2015, luego 1855. Cuando mi mente joven se enteró de que Doc Brown descubrió una manera de hacer volar ese mismo auto, fue entonces cuando me enganché para siempre al medio que encapsularía el resto de mi vida.

Por casi toda mi juventud, my familia y yo vivimos en el suburbio de Stone Park, Illinois, en las afueras de Chicago. Mi familia vivió en un hogar humilde, y siempre lo recordaré como el lugar donde desarrollé la pasión por contar historias. Mi madre era una educadora que se convirtió en ama de casa, y mi padre era dueño de una pequeña empresa durante el día y empleado de un taller de máquinas por las noches.

Mostrando un poco de amor a la tierra de mis padres, en vivo desde París.

Mostrando un poco de amor a la tierra de mis padres, en vivo desde París.

Mis padres emigraron a los Estados Unidos desde Guatemala y, a pesar de la distancia de su tierra, hicieron todos los esfuerzos posibles para establecer una base guatemalteca mientras se aseguraban de que no ignoramos nuestra educación estadounidense. Como lo dice mi madre, “Necesitaba que tu y tus hermanos comieran frijoles y plátanos, además de hot dogs y hamburguesas”.

Muy bien.

Como el menor de tres hermanos, mi madre me animó a encontrar lo que amaba hacer y a perseguir mi pasión sin miedo ni duda. Mi padre me inculcó una ética de trabajo incansable, que hasta el día de hoy estoy agradecido de que descubrió que esta era la cualidad más importante que pudo darle a sus hijos.

Al seguir el consejo de mi madre descubrí que mi mayor pasión en la vida era jugar baloncesto. Fue en la década de 1990 en Chicago, y si alguna vez veías jugar a Michael Jordan, entenderías por qué jugar en la NBA era todo lo que siempre quise hacer. La realidad se estableció en algún momento alrededor del noveno grado, pero fue divertido mientras duró.

Sin embargo, mi deseo de escribir y contar historias estaba en su infancia.

Escribí mis primeros cuentos a la edad de 10 años, donde escribí sobre lo que vi, leí o que encontré que fuera interesante. No teníamos acceso a una impresora ni a ningún tipo de herramienta de publicación, y por esa razón esas historias (lamentablemente) fueron perdidas con el tiempo.

Mi primera historia que imprimí en mi casa presentaba a un personaje que había conocido por toda mi vida y que me había proporcionado una cantidad inagotable de material. Fue mi hermano mayor, Bruno, quien se convirtió en el tema de una breve historia semi-biográfica llamada Mi Hermano Mayor. Solo unos pocos amigos y familiares leyeron la historia, y en ese momento no pensé mucho en ella. Mucho tiempo después yo aprendí que mi padre llevó una copia de Mi Hermano Mayor a su trabajo y la guardó en su escritorio, y que leería la historia en los días de trabajo particularmente estresantes. Esto me hizo darme cuenta de que las palabras pueden tener un impacto, y la "bombilla" proverbial lentamente comenzó a ganar energía.

Me gradué como miembro de la Sociedad Nacional de Honor de Proviso West High School (¡Vamos Panthers!) en Hillside, Illinois, donde descubrí mi amor por actuar en el escenario. Sin experiencia previa en canto o actuación, fui elegido para el musical Crazy For You, y una vez más me enganché. Invertí todas las oportunidades en aprender sobre actuación y teatro y, a medida que mis habilidades se desarrollaban lentamente, se me presentó un nuevo desafío: la dirección de teatro. A falta de casi todos los recursos necesarios para realizar una buena actuación, algunos de mis amigos más leales y talentosos y yo armamos la obra Un Caso para Dos Espías. Nuestro éxito fue minúsculo (en el mejor de los casos), pero la experiencia fue lo que me convenció seguir adelante.

Descubrí lo que quería lograr en mi vida. Sabía que quería crear mundos y contar historias increíbles. Sabía que las horas y horas de estudio de la historia de Regreso al Futuro eran una inversión inicial en mi futuro. ¡Y sabía absolutamente que quería seguir los pasos de mi héroe y ser el próximo Steven Spielberg!

Es más fácil decirlo que hacerlo.

No tenía idea de qué camino tomar, ni siquiera que existiera un camino hacia el éxito. Aunque estaba tan seguro de saber dónde terminaba mi camino, tenía recursos limitados para hacerlo posible. Después de graduarme de la escuela secundaria, me inscribí en College of DuPage, una universidad comunitaria local, que me permitió continuar mis estudios en el campo que elegí seguir: producción cinematográfica. Sin embargo, tener que pagar por dicha educación también era mi responsabilidad. Así que busqué un trabajo en el que pudiera ir a la escuela durante el día y trabajar por la noche, y de alguna manera encontrar la forma de manejarlo todo durante los próximos 4 años. Encontré lo que necesitaba, aunque no de la forma que esperaba.

Mi carrera en la compañía Nielsen comenzó en septiembre del 2001. Era completamente nuevo en cualquier tipo de trabajo de oficina, pero estaba desesperado por aprender para poder pagar mi educación. Habiendo encontrado una manera de trabajar exitosamente e ir a clases simultáneamente, me desafié a hacer aún más. Aumenté mi inscripción en la escuela a 23 horas de crédito por trimestre, en mi meta de completar todos mis requisitos de educación general en un solo año, lo que significaba que viví mi vida en el trabajo, en la escuela o en camino hacia uno u otro. Fue un año difícil, pero abrió el camino a la siguente fase.

Tan cerca, pero tan lejos…

Tan cerca, pero tan lejos…

En 2002, fui aceptado en el programa de cine y video de la universidad Columbia College Chicago. El primer año resultó ser un ajuste, pero con el tiempo pude gestionar mi gran carga de trabajo. Al mismo tiempo, Nielsen estaba experimentando una gran expansión, por lo que tuve la suerte de que me ascendieron al tiempo completo. Hice mi mejor esfuerzo en ambos mundos y me dieron permiso para seguir atendiendo la escuela a tiempo completo mientras trabajaba más de 45 horas por semana. Fue difícil encontrar un equilibrio, pero tenía confianza en lograr mi meta. Una vez más, es más fácil decirlo.

En lo que se extendían mis responsabilidades como empleado de Nielsen, me propuse encontrar una conexión entre mis dos mundos. Con perseverancia descubrí que Arthur C. Nielsen Jr., el hijo del hombre que creó la empresa, vivía y trabajaba a pocos kilómetros de donde yo trabajaba. Mi objetivo era conocerlo y entrevistarlo para un documental, que esperaba que me diera buenas calificaciones en una de mis clases. No solo conocí y entrevisté al Sr. Nielsen, sino que también se convirtió en una gran fuente de inspiración para mí. Produje el documental cronométrico, The Great Arthur, que fue bien recibido y distribuido por la división de operaciones de la empresa. Sin embargo, aunque fue un gran logro, todavía no había encontrado el camino adecuado que me dirigiera hacia mi verdadero objetivo.

En el 2005, me gradué con honores con una licenciatura en Cine y Video. En lugar de concentrarme en un área particular del cine, quise aprender lo que fuera posible de varias concentraciones, y al final descubrí que mi título se parecía más a gerente de proyectos que a la experiencia artística, lo que no era necesariamente algo negativo. La capacidad para gestionar proyectos se pondría a prueba en la siguiente fase de mi carrera.

Quise tener la oportunidad de trabajar entre las mentes más creativas del mundo. Tomé la decisión consciente de que haría lo que fuera necesario para lograrlo, para encontrar mi camino y seguirlo fielmente hasta que me dieran la oportunidad de trabajar junto con los mejores de los mejores, e hice un plan de cómo lo iba hacer. Lo que no tomé en cuenta, desafortunadamente, fue el colapso económico del 2008.

La única forma de explorar mi lado creativo era producir mi propio contenido, pero tuve que encontrar la manera de hacerlo utilizando los recursos que tenía a mi disposición. Buscando nuevas oportunidades, descubrí la oportunidad de trabajar en el departamento de marketing de Pace Suburban Bus, la agencia de transporte público de los suburbios de Chicago. La transición de una gran estructura corporativa a una agencia gubernamental mucho más pequeña fue difícil al principio, pero con el tiempo encontré mi lugar dentro del equipo. Todavía mantuve el deseo de insertar contenido creativo en un lugar que no era tan creativo, así que comencé produciendo “videos de ruta” que detallaron cómo funcionaba una ruta de autobuses. Esta idea resultó ser un gran éxito, y debido a esto (y otros esfuerzos exitosos), tuve el honor de recibir el Premio Pace Setter (trabajador del año) en mi departamento, en menos de un año después de mi contratación.

Pero aún me faltaba algo. ¿Cómo es que los videos de rutas de autobuses podrían acercarme a mi objetivo? Bueno, si quieres que algo se haga bien ...

Este fue el logo oficial de Avelar FilmWorks. El pájaro azul es mi versión interpretada del Quetzal, que fue pintado a mano por mi tía, quien pensó que el pájaro se veía peculiar en azul.

Este fue el logo oficial de Avelar FilmWorks. El pájaro azul es mi versión interpretada del Quetzal, que fue pintado a mano por mi tía, quien pensó que el pájaro se veía peculiar en azul.

En 2010 oficialmente lancé mi propia empresa, Avelar FilmWorks Productions. Con falta de obtener más fondos que los que ganaba por mi salario, preste y compré equipo de cámara usado. Por mucho que me gustaría admitir que adquirí este equipo porque me contrataron para producir un comercial o un video musical, esto sería una mentira. De hecho, me contrataron y me pagaron por producir un video, pero era para una pareja joven a punto de casarse. Me guste o no, incorpore mi empresa sobre la base de la producción de videos de bodas. Sin embargo, me propuse hacer estos videos mucho más que simplemente montajes de un evento de un solo día. Quería que estos videos resistieran la pasada del tiempo, y con cada producción exitosa aprendí nuevas técnicas y habilidades que ni siquiera se mencionaron en la escuela de cine. Lección de vida: a veces lo que aprendes fuera de la clase te enseña más sobre ti mismo de lo que piensas. 

Estaba seguro de que no quería ser camarógrafo de bodas por mucho tiempo, pero como era la única fuente de ingresos de la empresa, no tuve más remedio que producir una serie de videos de bodas para financiar otros proyectos. Me tomó dos años, pero después de una serie de lecciones aprendidas, encontré la estrella para un guión que había escrito unos años antes. Mi sobrina aceptó actuar en un cortometraje que quise producir y, por fin, con un presupuesto minúsculo, Avelar FilmWorks produjo su primer proyecto que no era de bodas: Paper Cut (El Papelito).

¡Aquí está! ¡Encontré lo que buscaba, y de ahora en adelante estaré en el camino que he perseguido con tanta vehemencia!

La verdad resultó ser todo lo contrario. A pesar de lo pequeño que fue el proyecto, la carga de trabajo (además de mi trabajo diario y la producción de videos para clientes de bodas, ambos con altos estándares) fue enorme. Obtuve conocimientos valiosos, pero a pesar de mis mejores deseos y esfuerzos, esto no se tradujo en éxito. Fuera de mi pequeño círculo de amigos y familiares, y algunos clientes que les pedí que lo vieran, nadie vio mi pequeña película, ni siquiera en las redes sociales. Fue una realidad devastadora. Todo lo que pude hacer era admitirme a mí mismo que este proyecto fue un fracaso o aceptarlo como un testimonio para demostrar cuánto deseaba tener éxito. Elegí la primera opción.

El sueño, que ahora tenía más de una década, se estaba derrumbando.

Me tomó un tiempo, pero finalmente tuve suficientes clientes para comprar mejor equipo de video, lo que significaba que podía cobrar más por mi trabajo de bodas. Ya que tuve mejore video y audio, pensé que había superado mi mayor obstáculo al ser un cineasta independiente. Usando mi entorno como mi lienzo, desarrollé una idea para una serie web: una historia sobre un camarógrafo de bodas que soñaba con trabajar en la industria del cine, pero cuya vida era lo opuesto a lo que capturaban sus cámaras. Para este proyecto, ahora me moví a ambos lados de la cámara y me puse en una posición en la que dependería de mí de darle vida a esta historia. ¡No hay excusas! En la primera temporada, produje 3 episodios de la serie El Videografo.

Aunque estuve reinvirtiendo los fondos que obtuve de los proyectos de bodas, mi empresa aún no produjo ganancias. Esto resultó ser un problema, pero sabía que si solamente siguiera en este camino, me alejaría de mi objetivo final. Tenía que seguir adelante, a pesar de las pérdidas, y producir lo que sabía que sería el catalizador para lograr mis sueños. En Pace, obtuve un ascenso a Especialista de Comunicaciones, lo que ayudó a aliviar parte del estrés.

Los proyectos de bodas continuaron, ahora un poco más agresivos porque quise utilizar mi experiencias de las bodas para incorporarlas en la serie. Poco a poco estaba ganando tracción una vez más. Se planeó y produjo una segunda temporada de la serie, que fue el doble de episodios que la primera, con guiones más complejos y mayores valores de producción. Me encantaba lo que estaba produciendo, pero sabía que no podría mantener mi carga de trabajo por mucho tiempo. Trabajar en un trabajo de jornada completa, dirigir un negocio y producir una serie web mientras entrenaba al equipo de baloncesto de mi sobrina y trataba de tener una vida social, estaba viendo que iba en una dirección que no deseaba perseguir, y entendí que eventualmente, algo tuvo que ceder.

Detrás de las escenas de El Videografo. Hacía más frío de lo que parece.

Detrás de las escenas de El Videografo. Hacía más frío de lo que parece.

Al final de la serie, produjimos 15 episodios en un lapso de 3 años. Fue un desafío que me empujo en casi todos los sentidos, pero estaba contento con el trabajo. Me divertí mucho y, a pesar (una vez más) de la falta de éxito en este proyecto, no lo consideré un fracaso. Por lo menos no en ese momento. La razón por esto fue que la serie no fue escrita para ser biográfica, sino como una perspectiva interesante sobre una situación poco común. 

La única parte de toda la serie que tenía la intención de hacer realidad fue la última escena del episodio final (ocurre después de los créditos), lo que permitió a mi personaje cumplir la meta que tanto deseaba, aunque no fuera posible hacerlo en realidad.

Al terminar la serie me ofrecieron la oportunidad de trabajar para una empresa completamente diferente para mi, lo que me expondría a un mundo lejos de lo que reconocía en ese entonces. En enero del 2016 comencé mi carrera en Underwriters Laboratories como Desarrollador de Contenido Digital en el departamento de Educación y Divulgación. Trabajar en este campo pronto me enseñaría a trabajar sin temer a las brillantes mentes de ingeniería de los científicos de seguridad, sino que tener el deseo de aprender de ellos y capturar sus conocimientos y compartirlos con el mundo.

Ese mismo año, el año en que Avelar FilmWorks finalmente obtuvo ganancias, decidí que lograr mi objetivo ya no sería posible. Sabía que si continuaba con mi empresa, seguiría un camino profesional que no deseaba, por lo que fue el caso lógico para cancelar mis esperanzas y sueños, y terminar producción. No elegí conformarme, sino que cambié mi enfoque y aprendí a apreciar la nueva dirección que estaba tomando mi vida.

La vida, sin embargo, no ocurre sin un sentido de ironía.

La historia ficticia de un personaje que creé estaba sucediendo en la vida real, y me llevó a una intersección en una carretera que pensé que estaba cerrada varios años antes: quedarme en el suelo y aprender a apreciar la oscuridad, o levantarme, aprender de mis fracasos, y seguir en el camino de mi destino. Esta vez, elegí la segunda opción.

Hoy en dia, no permito que las experiencias del pasado sirvan de justificación para deteriorar mi ambición. Sé a dónde quiero ir y dónde se supone que debo estar, y aunque mi camino será por el camino menos utilizado, confío en que cada experiencia que he vivido me ha llevado a este punto.

Por estas experiencias y por las personas que se han quedado conmigo durante todo ese tiempo, ahora estoy y siempre estaré agradecido.

Se llama "el guardián silencioso". Por muchas noches solas en la oficina, este fue mi único compañero.

Se llama "el guardián silencioso". Por muchas noches solas en la oficina, este fue mi único compañero.